• 13 de septiembre de 2025
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Cáncer de Próstata: El Enemigo Silencioso

Cáncer de Próstata: El Enemigo Silencioso

Dr. Martín López Rodríguez 

Andrea López Clinton MSc


 

En México, siete de cada diez hombres con cáncer de próstata son diagnosticados en etapas avanzadas. Un chequeo anual con tacto rectal y antígeno prostático específico (PSA) puede salvar vidas. Detectar el cáncer de próstata a tiempo no solo salva vidas, también preserva la calidad de vida. 

«Un diagnóstico temprano de cáncer de próstata puede marcar la diferencia entre un tratamiento sencillo y uno complejo.»

La próstata es una glándula del tamaño de una nuez que se encuentra debajo de la vejiga y delante del recto, rodeando la parte inicial de la uretra. Su función principal es producir un líquido que protege y alimenta a los espermatozoides, formando parte esencial del semen. Con el paso de los años, la próstata puede aumentar de tamaño.

 

La hiperplasia prostática benigna es el cambio más común: no se convierte en cáncer, pero puede causar síntomas similares y retrasar un diagnóstico. En muchos casos requiere tratamiento para mejorar el flujo de orina y la calidad de vida. El cáncer de próstata aparece cuando las células de esta glándula crecen y se multiplican de manera anormal.

 

El riesgo aumenta a partir de los 50 años y es mayor en hombres con antecedentes familiares, obesidad o dietas altas en grasas. En México, el cáncer de próstata es la principal causa de muerte por tumores malignos en hombres. Cada año se diagnostican más de 25 000 casos y ocurren alrededor de 8 000 muertes, la mayoría en etapas avanzadas, lo que reduce drásticamente las posibilidades de tratamiento.

 

En sus fases iniciales, el cáncer de próstata rara vez provoca síntomas. Cuando aparecen, suelen incluir dificultad al orinar, chorro débil, aumento de la frecuencia nocturna o sangre en la orina o el semen. En etapas avanzadas puede causar dolor en la espalda o la pelvis, además de pérdida de peso y fatiga. El pronóstico depende en gran medida de la etapa en que se detecte: en fases localizadas, más del 95% de los pacientes sobreviven al menos cinco años.

 

Los tratamientos incluyen cirugía, radioterapia, terapia hormonal, quimioterapia o vigilancia activa en tumores de bajo riesgo. Los especialistas recomiendan revisiones periódicas desde los 50 años, o antes si existen factores de riesgo, y resaltan la importancia del apoyo psicológico para enfrentar el impacto del diagnóstico. Recomendaciones prácticas 

 

  • A los 50 años (o desde los 40–45 si tienes antecedentes familiares), realiza tu examen de PSA y acude a revisión anual con un médico especialista. 

 

  • Señales de alerta: sangre en la orina o el semen, dolor óseo o pérdida de peso inexplicado requiere atención médica inmediata. 

 

  • Estilo de vida: mantener un peso saludable, hacer ejercicio y reducir el consumo de grasas animales favorece la salud prostática.

 

Más allá de los datos clínicos, el cáncer de próstata transforma la vida de quienes lo enfrentan. No se trata solo de una enfermedad, sino de un proceso que impacta la identidad, la intimidad, las relaciones y la manera de entender la salud.

 

Los sobrevivientes suelen subrayar la importancia de no retrasar las revisiones, pues un diagnóstico temprano puede marcar la diferencia entre un tratamiento sencillo y uno complejo.

 

El acompañamiento familiar y psicológico es fundamental, ya que superar el cáncer no significa únicamente eliminar la enfermedad, sino aprender a vivir con cambios físicos y emocionales. Por eso, la prevención y la atención integral no solo salvan vidas, sino que también preservan la calidad de vida.