• 14 de septiembre de 2025
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Cambios Que Permanecen Y Coyunturas Que Pasan: Brújula Para La Empresa Familiar

Cambios Que Permanecen Y Coyunturas Que Pasan: Brújula Para La Empresa Familiar
Las empresas más exitosas no venden lo que hacen, sino lo que significan”, esto es lo que hace antropología

POR: Rosario Bareño Domínguez

FOTOS: Luis Francisco Rodriguez


Lo estructural, que parece firme, exige movimiento; lo coyuntural, que parece urgente, a menudo pide calma. En la empresa familiar, distinguir entre lo que transforma el rumbo y lo que solo agita el momento es una habilidad estratégica que protege el legado y fortalece la toma de decisión.

 

En la empresa familiar, lo estructural es la raíz; lo coyuntural, el viento. Saber distinguirlos evita confundir tormentas pasajeras con cambios de estación.

«Una familia empresaria sabia no se deja arrastrar por la coyuntura ni se paraliza ante la estructura: aprende a leerlas y actuar con equilibrio»

En la vida de toda empresa familiar hay dos fuerzas que moldean su presente y definen su futuro: los cambios estructurales, que transforman de raíz el modelo de negocio y su organización, y los factores coyunturales, que son circunstancias temporales que influyen en el camino. Comprender la diferencia entre ambos es vital para no reaccionar con prisa a lo que requiere calma, ni esperar inmóviles ante lo que exige decisión.

 

1. Cambios estructurales: cuando la raíz se transforma

 

Los cambios estructurales modifican las bases de la empresa y su forma de operar a largo plazo. Son profundos, muchas veces irreversibles, y definen cómo se competirá en los próximos años. No se trata de ajustes tácticos, sino de redefiniciones estratégicas que impactan generaciones.

 

Cinco claves a considerar:

 

  1. Modelo de negocio: La irrupción de nuevas tecnologías obliga a repensar cómo se crea valor.

 

  1. Generaciones al mando: El relevo generacional redefine estilos de liderazgo, prioridades y formas de tomar decisiones.

 

  1. Gobernanza y reglas claras: Pasar de decisiones centralizadas a órganos colegiados exige madurez institucional.

 

  1. Mercados emergentes: Cambios en el consumo y la globalización requieren reposicionamiento estratégico.

 

  1. Cultura empresarial: La evolución de los valores familiares debe traducirse en prácticas actuales que conecten con nuevas generaciones.

 

Ejemplo: Una empresa de alimentos que pasa de vender en tiendas locales a construir una plataforma de e-commerce. No es una coyuntura: es un cambio estructural que exige rediseño total del modelo operativo, comercial y logístico.

 

2. Factores coyunturales: el viento que sopla en el entorno

 

Los factores coyunturales son situaciones temporales, externas o internas, que influyen en las decisiones de la empresa. Son relevantes, pero pasajeros. Lo esencial es no confundirlos con transformaciones permanentes.

 

Cinco claves a considerar:

 

  1. Crisis económicas: Recesiones o devaluaciones que alteran el corto plazo.

 

  1. Cambios regulatorios temporales: Impuestos, subsidios o incentivos que no siempre permanecen.

 

  1. Movimientos políticos: Incertidumbre electoral que puede modificar escenarios solo por un tiempo.

 

  1. Eventos inesperados: Pandemias, fenómenos naturales o shocks externos.

 

  1. Tendencias de moda: Cambios rápidos en gustos o consumos que pueden desaparecer tan pronto como llegaron.

 

Ejemplo: Un aumento súbito en el precio de materias primas. No cambia la esencia de la empresa, pero obliga a decisiones ágiles de corto plazo para proteger márgenes y abastecimiento.

 

3. ¿Cómo distinguir lo estructural de lo coyuntural?

 

  • Lo estructural requiere visión, paciencia y planeación.

 

  • Lo coyuntural exige velocidad, flexibilidad y capacidad de adaptación.

 

  • Lo estructural transforma el modelo; lo coyuntural prueba la capacidad de respuesta.

 

  • Lo estructural se anticipa; lo coyuntural se gestiona.

 

Saber diferenciarlos es la mejor forma de proteger el legado y asegurar la continuidad. La prudencia está en no sobrerreaccionar a lo pasajero ni minimizar lo irreversible.

 

4. ¿Qué implica esto para la familia empresaria?

 

En las empresas familiares, donde las emociones y los vínculos personales influyen en las decisiones, esta distinción se vuelve aún más crítica. A veces, una coyuntura genera ansiedad y presiones internas que pueden llevar a decisiones precipitadas. Otras veces, un cambio estructural se posterga por miedo, costumbre o falta de consenso.

La sabiduría está en saber cuándo actuar con rapidez y cuándo detenerse a pensar.

«En la empresa familiar, lo estructural marca el rumbo y lo coyuntural prueba la resistencia.»

La clave no es evitar los cambios ni temer a las coyunturas, sino aprender a leerlos. Unos se siembran para cosechar a futuro; los otros se sortean con prudencia y agilidad. La familia empresaria que aprende a distinguirlos fortalece su liderazgo, su cultura y su capacidad de trascender.

 

Quien confunde lo pasajero con lo permanente corre el riesgo de tomar decisiones grandes para problemas pequeños.


Y quien ignora lo estructural por atender lo urgente, puede perder el rumbo sin darse cuenta.

 

Paradoja: Lo coyuntural, que parece urgente, suele ser transitorio; lo estructural, que parece lejano, es lo que realmente define el mañana.


Porque lo que hoy parece ruido puede desaparecer mañana, pero lo que se transforma en la raíz permanece y moldea el destino de la empresa.