- 16 de agosto de 2025
- 28
Cáncer Colorrectal: La Amenaza Silenciosa Que Puedes Evitar

Casi el 80 % de los diagnósticos de cáncer colorrectal se hacen en etapas avanzadas. Un sencillo análisis de laboratorio o una colonoscopia podrían cambiarlo todo
Dr. Martín López Rodríguez
Dr. Arturo Godoy Rubio
Andrea López Clinton MSc
Detectar pólipos antes de que se conviertan en cáncer es una inversión en salud que salva vidas. «Prevenir el cáncer colorrectal es posible: desde un simple análisis de laboratorio hasta una colonoscopia, lo importante es actuar a tiempo.»
El problema: llegar tarde al diagnóstico El cáncer colorrectal es uno de los más comunes en el mundo y afecta al colon (intestino grueso) o al recto.
Puede prevenirse y tratarse con altas tasas de éxito si se detecta a tiempo. Sin embargo, cerca del 80 % de los casos se diagnostican en etapas avanzadas, cuando el tratamiento es más costoso, más complejo y con menor pronóstico. La prevención es más efectiva cuando inicia con un primer filtro: pruebas simples como el examen inmunológico de sangre oculta en heces (FIT) —realizado a partir de una muestra en laboratorio— y, en caso de resultado positivo, avanzar a estudios más completos como la colonoscopia.
Este proceso permite identificar lesiones tempranas sin esperar a que aparezcan síntomas y con la ventaja de intervenir a tiempo. La colonoscopia sigue siendo un procedimiento clave: es ambulatorio, se realiza bajo sedación para evitar molestias y, en muchos casos, permite eliminar pólipos en el mismo momento. La mayoría son inofensivos, pero algunos pueden volverse malignos si no se eliminan.
Por eso, la detección temprana, ya sea con un test inicial o con una colonoscopia, es fundamental. Mitos que distraen y pueden costar caro Todavía circulan creencias erróneas que retrasan la prevención. Una de las más extendidas es pensar que el cáncer colorrectal solo aparece en personas mayores, cuando en realidad cada vez se diagnostican más casos en menores de 50 años.
Otra idea equivocada es que se trata de una enfermedad que afecta sobre todo a los hombres; la verdad es que impacta a ambos sexos con una frecuencia similar, por lo que nadie debería bajar la guardia.
¿Cómo empiezan los pólipos?
¿Comes carnes procesadas, grasas saturadas o tomas alcohol con frecuencia? Podrías estar inflamando de forma repetida las células del revestimiento intestinal, lo que con el tiempo puede provocar divisiones celulares desordenadas y la formación de pólipos.
¿Fumas?
El tabaco produce radicales libres que dañan el ADN de las células intestinales, facilitando que crezcan de forma anormal.
¿Casi no comes fibra?
Una dieta baja en fibra y rica en ultraprocesados reduce la diversidad de bacterias beneficiosas y favorece a las que producen toxinas inflamatorias, activando genes que estimulan el crecimiento celular excesivo.
¿Tienes obesidad o resistencia a la insulina?
Las hormonas vinculadas a estas condiciones estimulan la proliferación de células en el colon, aumentando la probabilidad de pólipos.
¿Tienes familiares con pólipos, enfermedad de Crohn o cáncer colorrectal?
Eso ya eleva tu riesgo de base, y los hábitos poco saludables pueden acelerarlo. El riesgo silencioso y cómo proteger tu colon Muchos pólipos no provocan síntomas, lo que explica por qué pueden pasar desapercibidos durante años.
Cuando los hay, pueden manifestarse como cambios persistentes en el hábito intestinal, sangrado rectal, dolor abdominal recurrente, pérdida de peso inexplicada, fatiga constante o anemia por déficit de hierro. La buena noticia es que hay hábitos capaces de reducir de forma significativa el riesgo: consumir fibra a diario (frutas, verduras, legumbres, cereales integrales), mantenerse activo, limitar carnes procesadas y alcohol, evitar el tabaco y conservar un peso saludable. Integrar estas prácticas en el día a día es una estrategia de prevención tan valiosa como las revisiones médicas periódicas.
Prevención: la mejor inversión en salud La prevención del cáncer colorrectal puede comenzar con un simple análisis de laboratorio para detectar sangre oculta en heces y, si es necesario, continuar con una colonoscopia. Este enfoque permite identificar y eliminar lesiones precancerosas de forma segura y oportuna. La clave es no esperar: cuida tu alimentación, mantente activo y consulta a tu médico para saber cuándo y cómo empezar tus chequeos preventivos.
- Etiquetas
- Cáncer Colorrectal